martes, 6 de diciembre de 2016

Coliseo de Roma

El anfiteatro Flavio, más tarde llamado “Coliseo” es el monumento más conocido de la ciudad eterna (Roma). Asombrando a toda persona que fije su vista en él desde el año 80 d.C. Este enorme edificio ovalado consta de 189 metros de largo, 156 metros de ancho y 57 metros de alto, teniendo la elíptica un perímetro de 524 metros. Unas enormes dimensiones para aquella época.

El Coliseo es una arquitectura civil ya que el emperador se encargó de su construcción. Además también destaca por ser un edificio de ocio construido para el entretenimiento de la plebe.

Anfiteatro, de “anfi” (dos en griego) más “teatro”, literalmente significa dos teatros unidos, pero esto daría un círculo y el anfiteatro tiene forma ovalada. Esta forma elíptica hacía que ningún gladiador quedase arrinconado en una esquina muriendo fácilmente, fomentando la lucha y la emoción.

Gracias a monedas y tumbas antiguas donde se representaba el Coliseo, ahora podemos saber cómo fue en su época dorada.

En la parte exterior, la fachada se compone de 4 plantas, siendo su característica principal la superposición de órdenes. Contando en el primer piso con un orden toscano (simplificación del orden dórico de origen etrusco), en la segunda un orden jónico y en la tercera corintio. Además destaca el uso del arco de medio punto enmarcado en todos sus arcos. El cuarto piso fue una ampliación posterior la cual consta de un cuerpo macizo con pilastras adosadas y ménsulas las cuales servían para sustentar unos mástiles donde iría un enorme toldo o velario que serviría para cubrir el anfiteatro y protegerlo de los efectos meteorológicos. Este está decorado con lesenas corintias (estrechas fajas verticales) que enmarcaban los vanos cuadrados. La primera planta tenía unos 80 arcos de medio punto llamados vomitorios que servían para desalojar a las personas. Se llegaba a desalojar 50.000 personas, el aforo máximo, en 3 minutos. Todo el exterior estaba cubierto de estuco (masa de yeso blanco y agua de cola que se emplea para enlucir paredes interiores). Actualmente en la cuarta planta faltan los escudos de bronce y en la primera, segunda y tercera planta las esculturas de dioses y héroes de unos 5 metros cada una que estaban situadas debajo de cada arco. Además había una cuádriga de bronce sobre el arco de la entrada en la fachada norte por donde accedía el emperador. Los arcos más bajos se hicieron en piedra mientras que en la segunda y tercera planta se usó el ladrillo. Además, estaba decorado con mármol, esculturas y frescos.

El graderío estaba dividido en partes según la importancia de la persona. Cuanto más importante fuera más cerca de la arena se colocaba. Este sistema de gradas se levantó gracias a multitud de bóvedas fijadas por pilastras de travertino (roca sedimentaria) colocadas en posición radical. Los grados eran: primero el “Podium”, en el que se sentaban los personajes más importantes como senadores, la tribuna imperial, el magistrado e incluso el emperador en un palco especial. En segunda posición se encontraba el “Maenianum Primum” el cual ocupaban los aristócratas no pertenecientes al senado. Por tercer lugar está el “Maenianum Secundum” dividido en “imum” (para ciudadanos ricos) y “summum” (para hombres pobres). Y por último se encontraba el “Maenianum in ligneis” en el que se encontraban las mujeres pobres sin asientos de ningún tipo. Además el graderío contaba con la técnica llamada isóptica, consiste en que todo el público tenga una imagen perfecta de la arena desde cualquier punto de la grada, para ello fueron variando el ángulo de las graderías de 30° a 35° conforme éstas iban ganando altura.

El hipogeo, en griego significa subterráneo. Éste se construyó más tarde de la inauguración del anfiteatro. Estaba construido con muros de mampostería (método de construcción de unión de piedras desordenadamente) en forma de anillos concéntricos, espirales y cámaras. El hipogeo estuvo oculto durante unos largos cinco siglos por lo que se deterioró con mucha facilidad, creciendo hierbas, ranuras y surcos en paredes y suelos. Consistía en una extensa red de galerías formado por bóvedas de crucería (mezcla de dos bóvedas de cañón), sistemas de grúas y poleas cuya función era agilizar el espectáculo que tenía lugar en la arena facilitando la salida de animales, gladiadores y decorados. El suelo estaba hecho de madera y cubierto de arena para absorber la sangre mejor. Beste, un arqueólogo del Instituto Arqueológico Alemán, recreó el supuesto complejo sistema de poleas con el que hacían aparecer por sorpresa animales en la arena. Este ascensor constaba de 12 poleas, la fuerza de 8 hombres, un cabrestante, una cuerda, un torno y una jaula. Había unos 28 ascensores en total repartidos por todo el hipogeo de distinto tamaño.

Por último, el velario era una cubierta retráctil de tela que también funcionaba mediante poleas. Primeramente estaba fabricada en tela, pero más tarde se cambió por lino, un material mucho más ligero. Se podía controlar cada sección gracias a un sistema de cuerdas todavía muy desconocido. Estas cuerdas se sujetaban en más de 250 mástiles de madera.

El estilo del Coliseo se basa en la armonía visual generada por el conjunto de rectas y curvas en la estructura de este.

El escritor romano Marco Valerio Marcial en su libro titulado “Liber spectaculorum” (Libro de los espectáculos) describe con gran detalle cómo fueron los juegos inaugurales. En ellos relata principalmente: crucifixiones, espectáculos con fieras, combates de gladiadores, representaciones de mitos griegos y batallas famosas y naumaquias.

Las representaciones se llevaban haciendo durante muchos años en teatros, pero en el Coliseo iban un paso más allá. A la hora de representar batallas, el decorado y las vestimentas eran muy detalladas, pero sobre todo la novedad era que las personas morían de verdad. También, en las representaciones de mitos griegos se hacían lo más realistas posibles, por ejemplo, en el mito de Ícaro (personaje el cual trata de llegar al sol con unas alas de cera) lo que hacían era catapultar a una persona de lado a lado del anfiteatro.

 En las batallas con animales la mayoría solían ser traídos de África, en su mayoría se trataba de: rinocerontes, jirafas, leones, leopardos, avestruces, cocodrilos e hipopótamos.

 Gracias a los primeros restos de gladiadores que se encontraron podemos saber que la mayoría eran de hombres jóvenes entre 20-30 años. Pero lo más importante es que gozaban de muy buena asistencia médica debido a las cicatrices visibles en los huesos, esto se debía a que a pesar de ser esclavos eran entrenados (por ejemplo, en la “Ludus magnus” lugar de entrenamiento de gladiadores situado al lado del Coliseo) por lo que si morían fácilmente conllevarían muchas pérdidas. Así que para que el público no se aburriese al ver menos muertes se aumentó el interés en la escenografía.

Las naumaquias, consistía en inundar la arena mediante 11 acueductos que llevaban el agua hasta allí, el agua no superaba 1,4 metros de altura. Cuando estaba lleno de agua aparecían barcos a escala reducida para escenificar batallas navales. Mediante cuatros conductos  situados en los puntos cardinales se podía drenar toda el agua en menos de 1 hora. Estas batallas navales se pararon de hacer a finales del siglo I d.C debido a los grandes costes que conllevaba.

La intención del emperador Vespasiano al mandar construir el Coliseo fue mostrar su generosidad con el pueblo, en contraposición del carácter ególatra del anterior emperador (Nerón). Además simboliza y glorifica el significado de la palabra “romano”. Este Coliseo y sus actividades hacían que los romanos se sintiesen orgullosos de ellos, reforzando su identidad. Esta grandiosa y costosa obra se financió gracias al botín que consiguieron los romanos al saquear el templo de Jerusalén. En la propia arquitectura de la obra podemos observar el uso del orden jónico y corintio además de las esculturas imitando héroes y dioses, haciendo referencia al arte griego y su belleza. Pero Vespasiano no se quedaría ahí, quería no solo igualar el arte griego, si no mejorarlo, por lo que uso también el orden toscano, los arcos, materiales romanos como el ladrillo, etc. Además la idea de “anfiteatro” era totalmente romana.

Nerón, emperador de Roma, en el 64 d.C decidió construirse un nuevo palacio, la Domus Aurea,  tras el reciente incendió que afectó en gran medida a la ciudad. Para ello la mandó construir en un terreno de 80 hectáreas, con una escultura suya de 31 metros de altura hecha de bronce en la entrada y una laguna artificial en la parte más baja rodeada de jardines y pórticos que se llamó “Stagnum Neronis”. En el 68 d.C Nerón muere por suicidio asistido al huir de Roma. Vespasiano toma el lugar de Nerón, manda destruir la Domus Aurea y construir en aquel lugar el Coliseo. Las obras empiezan en el 72 d.C, drenando toda el agua del lago y echando tierra en él para allanar el hueco y construir allí lo que sería el anfiteatro Flavio. Este emperador murió unos meses antes de finalizar las obras, pero su hijo en el 80 d.C, terminado el Coliseo, lo estrenó con los 100 días de juegos inaugurales. El Coloso de Nerón permaneció cerca del Coliseo sobre su pedestal de mampostería recubierto de mármol, pero Vespasiano le cambió la cabeza y algunos atributos más para representar a Helios (dios del Sol). Aunque más tarde fue fundida por los visigodos. El pedestal aun en su lugar llegó a nuestros días, en el se pueden dejar leer diversas inscripciones: “El emperador Vespasiano ordenó la construcción de este nuevo anfiteatro con el botín___” (ahí se corta la lectura).

Una cita de Plinio el Viejo sobre el Coloso de Nerón: “llamado a Roma por Nerón, hizo un coloso de ciento dieciséis pies de altura con la imagen de ese príncipe, que fue dedicado al culto del Sol por los reprobados crímenes de aquel”.

Después de 500 años de actividad, el Coliseo quedó en el abandono en el año 523. Por lo que los ciudadanos usaron el hipogeo para tirar tierra, escombros, heno almacenado e incluso excrementos de animales. También fue usado como cantera improvisada para construir edificios posteriores hasta que en 1749 el Papa Benedicto XIV declaró al Coliseo como lugar santo en memoria de los mártires ejecutados en él, lo que significó un primer paso para la preservación del monumento. Además, al ser Roma conquistada por los bárbaros estos saquearon muchas de sus esculturas. Incluso los propios romanos se llevaron muchas obras que había allí a otros lugares. En la actualidad, el Coliseo sirve como reclamo turístico siendo visitado, pagando entrada, por miles de turistas al año. Debido a esto se ha reconstruido parte del suelo del hipogeo. Además debido al valor que tiene este anfiteatro para la Iglesia, se sigue haciendo el Vía Crucis dirigido por el Papa realizado todos los Viernes Santo.

Aparte de los daños intencionados que ha recibido el Coliseo también ha sufrido desafortunados accidentes. Durante 2000 años que ha estado en pie este ha sido diezmado en gran medida. En el año 217 sufrió un incendio debido a un rayo. Aunque la mayor herida de este fue hecha en 1349, cuando una serie de terremotos tuvieron lugar en Roma haciendo que muchos palacios, Iglesias y edificios cayeran. El Coliseo podría haber aguantado, pero al estar la mitad de él construido encima del Stagnum Neronis (lago artificial de la Domus Aurea), los limos (sedimentos arrastrados por el agua) sobre los que estaba situado hicieron que transmitirá especialmente las ondas sísmicas, provocando el hundimiento de la parte Sur del Coliseo. La parte Norte como se construyó en terreno más fuerte aguantó perfectamente el terremoto. Los escombros que dejó la sacudida fueron usados por canteros romanos. El último gran accidente que tuvo fue una bomba caída Roma durante la segunda guerra mundial, hecho que hizo que parte del edificio cayera.

Tras casi dos milenios desde su construcción, el Coliseo necesita grandes trabajos de reparación debido a su estado. Por ello, se adjuntaron soportes hechos de ladrillos en ambos extremos de la fachada ya caída en forma de triángulo, con la finalidad de darle mayor estabilidad. Recientemente, se terminó la tarea de restauración de la fachada que requirió de 10.000 metros cuadrados de mármol travertino. Además, se espera conseguir dinero para volver a poner la arena en un futuro.

Su influencia arquitectónica, especialmente la superposición de órdenes propia de la época helenística, fue un modelo muy copiado posteriormente en la arquitectura del renacimiento y del barroco. Incluso la estructura de las gradas, suelo y techo sirvieron de modelo en otros anfiteatros. Todavía hoy en día, se siguen usando algunas soluciones que dieron los romanos para construir, por ejemplo, estadios de fútbol.


El anfiteatro Flavio recibió un puesto en las 7 maravillas del mundo moderno además de haber sido nombrado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Durante 4 siglos en el Coliseo murieron alrededor de 1 millón de personas, incluso debido a tantas muertes de animales algunos se extinguieron. El Coliseo débil y en pésimo estado, con gran parte de él destruido ha llegado a nuestros días, con dos milenios de historia encerrada en aquellos débiles y agrietados muros. Tras sus horrores y grandiosidad ocupa el centro de Roma de forma triunfante.




















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