Alba Ferrer Martín.
La
Catedral de la Asunción de Nuestra Señora
es una iglesia catedralicia de culto católico en la ciudad de Chartres en
Francia y asimismo es la sede de la Diócesis de Chartres.
Esta
catedral marcó un hito en el desarrollo del gótico e inició una fase de
plenitud en el dominio de la técnica y el estilo gótico, estableciendo el
equilibrio entre ambos. Es sumamente influyente en catedrales como las de Reims
o Amiems a las que sirvió como modelo directo.
Existen
incidíos de que en el lugar que hoy ocupa la catedral existía desde tiempos
anteriores a la era cristiana un altar dedicado a la Diosa Madre de la
mitología druídica. Esta particularidad se ha relacionado con el hecho de que
Chartres se convirtiera en un importante centro de veneración a la virgen
María. La ciudad de Chartres ya era un centro de culto mariano y peregrinaje
desde tiempo atrás debido a la presencia en su catedral de la llamada Sancta
Camisia que supuestamente es una prenda de la virgen María, más concretamente
el velo.
La
iglesia ha pasado por varias construcciones debido a que ha habido numerosos
incendios a lo largo de la historia de Chartres. El primero fue hacia el año
740-750 y destruyó por completo a la primera iglesia construida en el año 360.
El último fue en 1194, un gran incendio devastó gran parte de la ciudad de
Chartres, incluida casi la totalidad de la antigua catedral románica. El
edificio que construyó el obispo Fulberto era una gran catedral en estilo
románico que contaba con una enorme cripta que albergaba la famosa reliquia.
Pese a haber sobrevivido a los incendios anteriores el fuego de 1194, causado
por un rayo, sólo dejó en pie las torres occidentales, la fachada entre estas y
la cripta. Al principio se tuvo al incendio como un castigo divino, pero al
aparecer intacta en la cripta el velo de la Virgen se pensó que era un signo
para que se reconstruyera la catedral dándole un nuevo esplendor.
Construcción.
Rápidamente
se reconstruyó y hacia 1220 el cuerpo principal estaba concluido, en un plazo
de sólo unos 26 años, tiempo notablemente corto. Conserva del edificio anterior
la cripta y la fachada oeste con el Pórtico Real.
El
maestro que trazó sus planos fue Marc Puertes. Realizó un trabajo
extraordinario de gran unidad estilística empleando técnicas constructivas del
siglo XII pero dándole nuevos usos y soluciones. Si bien el plan constructivo
original fue respetado nunca se concluyó el conjunto de pináculos que fueron
previstos inicialmente.
El
edificio es de planta cruciforme con
el cuerpo principal de 28 metros dividido en tres naves. La cabecera, al este,
tiene un deambulatorio radial con cinco capillas semicirculares. La bóveda
central fue la más alta construida hasta la fecha, con 36 metros de altura.
Esta es cuatripartita y está soportada por arbotantes en el exterior.
La
división en tres naves era sumamente
original para la época y tenía la central más alta que las laterales. Esta
dificultad se solía solventar levantando sobre las naves laterales una amplía
tribuna cuya cubierta compensaba el peso de la nave central reforzando su
estructura como en las catedrales de Laon o París. En Chartres se suprime la
tribuna quedando solamente los tres niveles en el alzado de la nave; arcadas,
triforio y banos. En este caso el triforio estaba construido sobre la galería y
debajo de los banos para aprovechar el espacio del tejado sobre la tribuna.
Tiene cuatro arcos por sección los cuales cuentan con dos banos y un rosetón
que repite la estructura de la puerta principal y que alberga uno de los
mayores conjuntos de vidrieras de la época medieval que se conservan. De los
186 vitrales se conservan en la actualidad 152, ya que en 1853 se sustituyeron
algunos de ellos por parte del obispado que pretendía “modernizar” la catedral.
Como
resumen podemos decir que la característica fundamental del arte gótico es la
utilización del arco apuntado y la bóveda de crucería, prescindiendo de los
muros para reemplazarlo por vidrieras dándole esbeltez, altura y luminosidad.
En la nave central se puede ver ya que
fue donde se suprimen por primera vez las tribunas y se articula el muro en
tres niveles, correspondiendo el inferior a las arcadas, el central al triforio
y el superior a la galería de banos.
La
altura y amplitud de las naves se debe a dos novedades constructivas:
·
La
primera fue el abandono de la bóveda sexapartita cuadrangular a favor de la
cuatripartita rectangular. La sexapartita se basaba en cuatro puntos de apoyo
fuertes y dos débiles, lo que provocaba a veces una alternancia en el grosor de
los soportes. Con esto se formó una unidad entre los complejos soportes sin
perjudicar la integridad de cada parte.
·
La
otra novedad es el empleo de un tipo de arbotante totalmente desarrollado.
Salvo los superiores, añadidos después de la construcción original, los
inferiores son dobles unidos por columnillas radiales. Estos se unen a los
contrafuertes externos que son muy gruesos en la base y que se complementan con
los contrafuertes internos.
La
fachada principal es fruto de
diversas intervenciones a lo largo del tiempo. Se salvaron del incendio la
torre sur y la base de la norte, los tres portales y los ventanales que hay
encima. Se desmontó el muro superviviente y se desplazó hacia delante añadiendo
el gran rosetón y la galería de los reyes sobre este. Al aumentarse la altura
de la fachada las dimensiones de la torre sur cambiaron notablemente por lo que
se construyó la torre norte concluida en el año 1513 para equilibrar la composición
impuesta por la primera torre, se estableció con una asimetría que crea un
fuerte dinamismo visual.
El
Pórtico Real se construyó en la
década de 1140 para la anterior catedral románica y tiene forma de embudo, lo
que posteriormente sería una norma común para las catedrales góticas. Las
esculturas y relieves están inspirados en los del pórtico oeste de la basílica
de Saint-Denis. Las jambas están
decoradas con figuras de reyes y personajes del Antiguo Testamento. Muestran
una expresión serena, distinta a la severidad habitual en el románico
precedente. Las figuras reales tienen una estatura menor, casi igual que las
figuras bíblicas, simbolizando una relación de parentesco entre la realeza y la
divinidad. Los frisos de la izquierda narran escenas de la vida de la Virgen en
su juventud enfrentándose a la infertilidad, una referencia de la Virgen como
una protectora de parturientas y neonatos. Los de la derecha relatan episodios
de la vida de Cristo. El timpano está decorado con una escena del Juicio Final
con Cristo Pantocrátor enmarcado en una mandorla rodeado por los símbolos de
los evangelistas. Cristo alza su mano derecha y sostiene el Libro de la Vida en
su mano izquierda. El friso del dintel representa a los doce apóstoles. Las
arquivoltas muestran ángeles cantores y el inferior diez figuras que
posiblemente sean apóstoles. Las dos arquivoltas muestran los símbolos del
zodiaco.
El
pórtico derecho muestra la misma
estructura. Su tema es la pureza de María y su dignidad como madre de Cristo.
En el tímpano figura la Virgen con el niño entronizada entre dos ángeles. Esta
representación era una novedad ya que el tema central había estado siempre
dedicado a Cristo. También aparecía algo inusual, mostrar hombres comunes entre
las figuras divinas.
El
rosetón muestra en sus vitrales a
Cristo juez en el Juicio Final rodeado por los cuatro evangelistas y ángeles. En
los círculos externos ángeles con trompetas y escenas de resurrección, Infierno
y Paraíso.
El
transepto es ancho aunque no
sobresale mucho de la nave principal. Sus fachadas constan de sendos rosetones,
el del lado norte con la glorificación de la Virgen y el lado sur la de
Jesucristo. Estos se asientan siguiendo las proporciones de la fachada
principal y aumentando el efecto de unidad arquitectónica. Se dotaron de tres
profundos pórticos ricamente esculpidos y de dos torres en cada una que
quedaron sin concluir.
La fachada norte.
En
el lado norte el pórtico central muestra la coronación de la Virgen con figuras
de profetas y santos. La Virgen está representada a la derecha de Cristo y ambos
están rodeados de ángeles en oración y rodeados por una alquería que simboliza
el palacio celeste. Las figuras son de igual tamaño y ocupan lugares de igual
importancia. A la izquierda en el friso del dintel se representa la muerte de
María yaciendo en una cama y rodeada de los doce apóstoles. Su alma, en la
forma de un niño, asciende a los brazos de Jesús. A la derecha se narra la
resurrección de la Virgen. En el parteluz figura una imagen de Santa Ana con la
Virgen niña en brazos (en la actualidad dañada y sin cabeza). Debajo hay una
imagen de su marido, San Joaquín, contemplando su rebaño de ovejas mientras el
arcángel San Gabriel le anuncia el embarazo de Ana. La segunda arquivolta
representa figuras que se cree son profetas del Antiguo Testamento y la tercera
y la cuarta muestran los antepasados de linaje de María. La última arquivolta
muestra profetas con libros y pergaminos. En los relieves alrededor del arco se
narra la creación y caída del hombre. En las jambas hay esculturas que se que
corresponden con las de los doce apóstoles. Estas tienen rostros ovalados y son
más realistas que las de la entrada oeste.
El
pórtico izquierdo está dedicado a la
natividad y la anunciación. Las arquivoltas representan a Sansón, Gedeón,
Esther y Judit venciendo a los enemigos que simbolizan las amenazas que pesan
sobre la iglesia.
Las
vidrieras del rosetón muestran en su
centro la Glorificación de María con ángeles y el Espíritu Santo. La cubierta
de los pórticos está decorada con bajos relieves.
Este
portal fue concluido hacia 1270 y cuenta con unas 700 piezas esculpidas. En
este es posible apreciar la evolución estilística entre la escultura del siglo
XII y la del XIII, aquí las esculturas están más evolucionadas que las de la
fachada occidental, con vestiduras que caen de forma más natural y los rostros
son más espontáneos y realistas. En la fachada mantiene un tímpano triangular,
rosetón de vidrios de colores y las puertas y ventanas con arcos ojivales y
arquivoltas descendentes.
El
pórtico sur introduce nueva iconografía
al estilo de Chartres. El portal central muestra el Juicio Final con esculturas
de los apóstoles en las jambas. En el dintel sobre la puerta hay un friso con
una visión del Apocalipsis con el cielo y el infierno, hasta entonces ambos
temas habían sido tratados siempre de forma independiente. Cristo es
representado en el tímpano con rasgos amables y humanos en el Juicio Final (Beau Dieu). La escena inspira compasión divina, muy
diferente a otras representaciones anteriores en las que se intenta resaltar el
sufrimiento para inspirar temor a la ira de Dios. Los apóstoles son excluidos
de los relieves por lo que son representados en las jambas del portal en mayor
tamaño. Esto deja un espacio disponible en los relieves que es ocupado por la
Virgen y por San Juan el apóstol.
El
pórtico izquierdo está dedicado a
los mártires de la Iglesia. El derecho
se conoce como el Portal de los Confesores. Este se contrapone al izquierdo. Ambos
serán admitidos en el Paraíso en el día del Juicio Final que se narra en el
centro. Los vitrales son de la misma época que los del lado norte y muestran la
Glorificación de Cristo.
El
coro, situado al este, es de cinco
naves. El principal problema al que se enfrentó el arquitecto fue la unión
armónica con la cabecera. Para ello optó por emplear banos simples y reducir a
la mitad el intercolumnio. El coro está separado de la girola por un muro
decorado con un conjunto de cuarenta grupos escultóricos que suman doscientas
esculturas que narran escenas de la vida de Jesús y de la Virgen.
La
cripta de Chartres es enorme, la más
grande de Francia y una de las mayores de la cristiandad. Aquí se pueden
apreciar los restos de construcciones anteriores sobre los que se asienta la
actual catedral que conforman dos criptas concéntricas. Los restos de la
iglesia conforman la base del coro y la girola. Se han realizado excavaciones
que muestran restos que se remontan a la época romana.
Uno
de los elementos más famosos de la catedral es el laberinto trazado sobre el pavimento, de 1205. Es un alicatado
circular de 13 metros de diámetro situado en el eje de la nave central en el
que baldosas blancas y negras forman un estrecho sendero con múltiples
circunvoluciones que conducen al centro. En este círculo central existió una
placa de bronce o latón con las figuras de Teseo, Ariadna y Minotauro. Esta fue
retirada y fundida en la Revolución Francesa para fabricar cañones. Este
laberinto representaba una peregrinación simbólica que el peregrino debía
recorrer a pie o de rodillas hasta la roseta central. Las medidas y trazado de
este tipo de laberintos tiene un profundo y complejo simbolismo numerológico y filosófico.
El simbolismo de la
catedral de Chartres.
La
catedral de Chartres por sus proporciones, orientación y simbolismo parece que
haya sido construida con la intención de iluminar y elevar el alma humana. Una
de estas claves es la ley del número de oro o número áureo que rige las
proporciones y distancias entre los pilares y las longitudes de la nave de la
catedral, además los cruceros son múltiplos de este número algebraico.
En
la portada central de la fachada sur se creó una escena general que inspira
compasión divina ya que Cristo es representado con rasgos amables, siendo
conocida esta figura como el Beau Dieu.
La
fachada norte muestra la imagen de
la Virgen junto con figuras de santos y ángeles con una arquería que simboliza
el Palacio Celeste. En esta fachada luce un hermoso rosetón, símbolo
característico de la arquitectura gótica, representando por un lado el sol y
por otro la rosa.
Las
vidrieras de la catedral se iluminan
y llenan de color el interior. Además el número de figuras o de formas
abstractas es simbólico ya que los
cuadrados simbolizan el mundo terrenal o a los cuatro elementos y los círculos
representan la vida eterna.
Chartres
tiene la suerte de tener el conjunto más bellos de vitrales de los siglos XII y
XIII. Este conjunto se ha conservado muy bien a lo largo del tiempo gracias al
trabajo de restauración.
La
catedral de Chartres es considerada la primera obra plenamente conseguida de la
arquitectura gótica. El alzado en tres niveles será la base compositiva de
otras catedrales del gótico pleno.
Se
convirtió en Patrimonio de la humanidad en 1979 por la Unesco y en la
actualidad es un gran símbolo de la arquitectura gótica y es visitado por miles
de personas, muchas de ellas peregrinos que pasan por la catedral en sus rutas.
Además es una iglesia de culto católico y sede de la Diócesis de la ciudad.