La catedral de San Pedro de Jaca es junto a Fromista, el
edificio español que supera el paso lombardo y da paso a un nuevo estilo que se
basa en el uso de columnas como soporte, sillares de piedra en los muros y sobre
todo, la escultura monumental.
Su construcción comenzó próxima a lado la catedral de
Santiago de Compostela concretamente en 1077 por el rey Sancho Ramirez de
Aragón. Este rey concedió fueros a la ciudad de Jaca, convirtiéndola en sede
diocesana, haciendo imprescindible por lo tanto la contrición de la catedral.
Su edificación fue lenta, lo que conllevó a la convivencia de elementos de periodos
posteriores como el gótico. No obstante, conserva una estructura románica, con planta
basilical, varios ábsides, dos puertas de acceso con pórtico y una bóveda.
La parte más representativa del románico se resalta en el
ábside meridional, donde destacan los elementos propios de la arquitectura
románica jaquesa así como su ajedrezado y las bolas que están presentes en las
cuatro esquinas de todos los soportes interiores.
En la fachada oeste se encuentra el atrio y la portada cuyo
arco semicircular está enlazado con la nave central. También se halla un monograma
de Cristo flanqueado por dos leones en cada extremo, símbolo de la monarquía aragonesa.
En su base, está escrito "Si quieres vivir, tú que estás sujeto a la ley
de la muerte, ven suplicando, rechazando venenosos placeres. Limpia el corazón
de pecados, para no morir de una segunda muerte". Volviendo a los leones,
cada uno presenta una postura y simbología diferente. El león de la izquierda,
representado con la boca cerrada, acoge a un hombre que atrapa a una serpiente
bajo su cuerpo, sobre ellos, una inscripción aclara: "El león sabe
perdonar al caído, y Cristo a quien le implora". En cambio, el león de la
derecha, con la boca abierta, presenta una postura mucho más amenazadora
mientras aplasta con sus pies a un oso y una serpiente, sobre ellos una
inscripción dice lo siguiente: "El poderoso león aplasta el imperio de la
muerte", representando el poder de la monarquía.
En la fachada sur encontramos otro pórtico realizado con
otros materiales recogidos de otras partes del edificio, destacando los
capiteles trabajos por el maestro de jaca. Aquí también se encuentra el único
ábside románico de la catedral ya que los que se encuentran en la cara norte y los
centrales fueron modificados a lo largo del siglo XVIII.
El edificio está compuesto por tres naves más un crucero que
las atraviesa. Estas naves se encuentran separadas entre sí mediante columnas
exentas y soportes alternantes entre pilares compuestos. Los muros están
formados por sillares de piedra que aportan a la catedral rigidez y fuerza. También
se destaca el predominio del muro frente al vano siendo un espacio donde no
predomina la luz como un elemento artístico.
Las naves se prolongan hasta los tres ábsides semicirculares
siendo el central el más pronunciado del resto. El crucero está cubierto por
una bóveda semiesférica de planta octogonal sustentada mediante trompas y
reforzada con nervaduras formadas por arcos de medio punto.
La decoración también es un fuerte elemento de esta obra que
sobre todo se da en los capiteles, ménsulas, metopas, muros y basas. Esta
decoración se centra en temas de origen bíblico o de la vida cotidiana en los capiteles,
metopas y ménsulas, mientras que en los muros se destacan la decoración
geométrica.
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