domingo, 12 de febrero de 2017

PÓRTICO DE LA GLORIA.

Para situarnos, realizamos una pequeña inmersión en el contexto histórico.
Fue en 1168 cuando se finalizan las obras de la catedral de Santiago de Compostela realizas por el Maestro Mateo, arquitecto que diseña la cripta sobre la que se asienta el último tramo de las naves y el pórtico entre las dos torres, contratado por Fernando II.
A raíz del testamento de Alfonso VII, en el que repartió sus estados entre sus dos hijos por lo que Sancho III sería rey de Castilla y Fernando II subiría al trono de León en 1157. Esta división del reino castellano-leonés dejó de llamarse Imperio hispánico y se convierte en la España de los cinco reinos (León, Castilla Portugal, Navarra y Aragón). Es aquí donde comienza el periodo, que se extiende hasta la victoria cristiana de las Navas de Tolosa, en 1212.
Es El Pórtico de la Gloria situado en la fachada occidental de la Catedral de Santiago de Compostela, su obra maestra siendo una estructura arquitectónica de estilo románico muy destacada, incluso considerada la obra cumbre de este periodo. Fue realizado entre 1168 y 1188, la cual aparece inscrita en la piedra como fecha de finalización.
 El hecho de que se construyese la fachada del obradoiro (palabra gallega que significa taller), se basa en la protección del pórtico a raíz de los factores meteorológicos, esta fachada y sus torres ya habían tenido varias reformas desde el siglo XVI. En el siglo XVIII se decidió construir la actual fachada barroca, obra de Fernando de Casas Novoa.
El Pórtico de la Gloria se constituye por arcos de medio punto presentes en cada una de las 3 naves que conforman la iglesia, los cuales se sustenta en gruesos pilares con columnas adosadas. El único de estos que posee tímpano que además está decorado con motivos religiosos, es el arco central de un tamaño mayor al resto, doblando el tamaño de los laterales, este se divide por una columna central, que es el parteluz (elemento totalmente característico de las portadas románicas), siendo el único que lo posee, y en el que se encuentra la figura de Santiago. Además, llega a la nave central hasta el ábside en línea recta.
Este tímpano central, se corona con una arquivolta (elemento arquitectónico característico del románico y gótico que consiste en cada una de las molduras que forman una serie de arcos  decorando el arco y recorriendo su curva en toda su extensión y terminando en la imposta). Una imposta es  un saliente que separa los diferentes pisos de un edificio.
Respecto a los arcos laterales, todos y cada uno de ellos constan de doble arquivolta y de jambas, pero sin embargo carecen de tímpano.
Los cuatro pilares del pórtico se soportan sobre fuertes basamentos en los que se representan grupos de diversos animales.
Las teorías sobre la simbología del Pórtico son muy diversas:
Sobre la escena central hay varias teorías, una sería que se representa a Cristo ejerciendo de Juez, decidiendo quien obtiene la salvación y quien el dolor eterno; y otra es que su posición no es de juzgar, sino que está en espera de todos aquellos peregrinos que llegan a la catedral y les invita amablemente a amar. En la mano derecha de Cristo se ve representado el pueblo de Israel sobre la columna de la pasión, la cruz y la corona de espinas y es en la mano izquierda donde se representa al pueblo cristiano sobre los esclavos y la lanza, el azote y el martillo. Además, se encuentra rodeado por San Marcos (León), San Mateo (Caja de impuestos), San Lucas (Toro) y San Juan (Águila) escribiendo el evangelio. Los 24 músicos situados en el perímetro del arco superior son ancianos que representan el día del juicio final, el Apocalipsis. Rodeando a Cristo nos encontramos a San Marcos.
El árbol de Jesé, que es el nombre que se le suele atribuir al árbol genealógico de Cristo es representado en la columna, aunque este también se suele interpretar como el árbol de la vida en las sagradas escrituras (Génesis), y sobre este se encuentra Santiago, elegido como el que difunde la palabra de Jesús en occidente y sobre su cabeza aparecen las tentaciones del hombre; así como en la base del parteluz se personifica al “hombre nuevo”.
En la parte posterior izquierda aparece la victoria del León y las herejías, y encima de sus columnas superiores una serie de profetas, Su arco superior  está flanqueado por un Ángel con una trompeta y la puerta de la Angustia alianza, que representan la entrada al Limbo (Infierno), y en la parte derecha se sitúan los pecados capitales y la victoria del hombre, sobre estas se encuentran sostenidos una serie de apóstoles, y en este caso el arco se encuentra flanqueado por la puerta de la nueva alianza y otro ángel con una trompeta. Esto representa la entrada al Purgatorio (Estado transitorio de purificación).

El conjunto arquitectónico en su totalidad representa los dos caminos que pueden tomar las personas (la salvación o no) durante su vida.
Respecto al color del pórtico se han identificado hasta cinco capas policromadas que casi han desaparecido debido al paso del tiempo. En la primera se utilizó oro puro de gran calidad y lapislázuli. La última capa se sitúa en el siglo XIX.
La escultura tiene una clara función didáctica. Su finalidad era enseñar a los fieles, por lo general analfabetos, los principios del cristianismo. En un mundo dominado culturalmente por la Iglesia, las imágenes debían instruir a los fieles, enseñándoles cómo salvarse imitando la vida de Cristo y de los santos. Era como una Biblia en piedra.
Las esculturas de la puerta central del pórtico representan al Cristo Glorificado del Libro del Apocalipsis, sentado en su gran trono y rodeado de los cuatro seres que representan a los cuatro evangelistas. El Maestro Mateo ha concebido el Arco central del Pórtico como una pequeña ciudad con su templo y su liturgia propios.
 Decir también que podemos ver rasgos góticos en el Pórtico de la Gloria que son particularmente visibles en las esculturas de los profetas y apóstoles situadas en las jambas.
Como conclusión podemos decir que el Pórtico supone el cierre de oro a la escultura románica. Estamos, ante la unión del viejo tema del Pantocrátor y el Juicio Final y una nueva visión de la naturaleza y del Hombre fruto de una religiosidad donde la esperanza se abre camino frente al temor de épocas pasadas.
 




María José Lagunas  Y Vanesa Monge.

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