sábado, 13 de mayo de 2017

Saturno devorando a sus hijos

Saturno devorando a sus hijos
En este terrorífico cuadro se observa tanto el horror del espectador, como del propio personaje, Saturno. Sus tensos músculos y grandes ojos reflejan su terror mientras devora a su propio hijo.
Sobre un fondo neutro de color negro, aparece un desproporcionado hombre esquelético, con hambre, mirándonos con unos ojos terroríficos. Aprieta sus manos mientras sujeta con fuerza a su ya desmembrado hijo, al cual le falta la cabeza y parte del brazo izquierdo. Mientras, la sangre es esparcida por el pequeño cuerpo del hijo.
Goya, con este cuadro, desmitifica la figura de Saturno, quitándole así el nombre de “Dios”. Pues lo muestra de forma muy vulgar, humanizándolo y destituyéndolo.

“ El tiempo también pinta ”
― Francisco de Goya

La pintura fue realizada por Francisco de Goya y lucientes entre 1820-1823 y, aunque perteneciente al neoclasicismo por situación histórica, Goya fue un pintor inclasificable. La obra tiene unas dimensiones de  143,5 x 81,4 cm. Realizada en la planta baja de su casa conocida anteriormente como "la Quinta del sordo".  
La técnica utilizada por Goya es una técnica mixta, es decir, óleo sobre la pared, traspasada posteriormente a lienzo para su exposición en el Museo del Prado.

Esta obra entra dentro del las catorce escenas bajo el título de: “Pinturas Negras”. Llamadas así por el uso de pigmentos oscuros y negros, además de lo sombrío de los temas. Se pintó sobre la pared seca, no al fresco, y en la mezcla de los pigmentos se utilizó el óleo. Estas pinturas tenían pegados unos marcos de papel. Fueron pintadas en la planta baja y alta de una casa de campo conocida, antes de la apropiación de Goya, por “La Quinta del sordo”. Especialmente, la obra “Saturno devorando a sus hijos” se situó en el comedor de dicha vivienda. Esta está localizada a las afueras de Madrid junto al río Manzanares. En 1876, se derribó el ala izquierda, donde estuvieron las Pinturas negras. Porque al arrancar las pinturas hubo que perforar las paredes de adobe, arruinando las salas. Finalmente, la casa entera fue derribada en 1909.
(Se conocen fotos del conjunto in situ, realizadas hacia 1873 por el fotógrafo francés Jean Laurent)


Francisco de Goya nació en el año 1746, en Fuendetodos, entró a aprender el oficio de pintor en el taller de José Luzán, donde estuvo cuatro años copiando estampas hasta que se decidió a establecerse por su cuenta. Al principio de su vida Goya no cuida de su reputación profesional y apenas pinta algunos encargos que le vienen de sus amigos. En su primer autorretrato aparece como lo que siempre fue: un hombre tozudo, desafiante y sensual. Poco tiempo después obtuvo el encargo de diseñar cartones para la Real Fábrica de Tapices de Madrid. Como, por ejemplo: Merienda a orillas del Manzanares o El quitasol
 Hacia 1776 reside en Madrid y tiene dos hijos. Un año después es víctima de una grave enfermedad que a punto está de acabar con su vida, pero se recupera y pronto recibe encargos del propio Carlos IV. Se influenciará por Velazquez. Años después concibe un nuevo hijo, el único de sus hijos que sobrevivirá. Más tarde obtiene el título de pintores del rey. En invierno de 1792, cae gravemente enfermo y queda sordo de por vida. Además, anda con dificultad y presenta algunos problemas de equilibrio y de visión. Comienza entonces una nueva etapa en la vida de Goya. Debido a los graves problemas de comunicación y relación que la sordera le ocasiona aparece un  proceso de introversión y aislamiento. Por problemas de salud tuvo que dimitir como director de pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y sufrió el fallecimiento de su amigo, Zapater.
El pesimismo de Goya aumenta: muere su esposa, publica sus famosas series de grabados, en 1819 decora la Quinta del Sordo (aunque se cree que el nombre fue por la sordera de Goya, esto no fue así. Fue por la sordera del anterior dueño de la casa), con las llamadas “pinturas negras”, meses después cae gravemente enfermo pero es salvado. En 1823, tras la invasión del ejército francés los Cien Mil Hijos de San Luis, se ve condenado a esconderse y al año siguiente escapa a Burdeos, refugiándose en casa de un amigo.
En 1826, Goya regresó a Madrid, donde permaneció dos meses, para marchar de nuevo a Francia. Murió en Burdeos, el 16 de abril de 1828, siendo enterrado en Francia. En 1899 sus restos mortales fueron sepultados en Madrid.

“Todavía estoy aprendiendo (escrito por Francisco De Goya en un                                                  dibujo que hizo a los ochenta años).”
― Francisco de Goya

En la mitología romana Saturno (Cronos para los griegos) era un importante dios de la agricultura y la cosecha. Saturno es representado como un anciano con larga y espesa barba blanca, con una hoz en la mano. Es el emblema del tiempo y lo simboliza como algo muy antiguo que todo lo destruye y acaba.
El titán Cronos era hijo de Urano (dios del cielo) y Gaia (diosa de la Tierra). Urano encerró a sus hijos, los titanes, a los gigantes y a los cíclopes en el cuerpo de Gaia, en lo más profundo para que no viesen la luz del Sol. Gaia no estaba a favor de esto y además sufría muchos dolores. Cronos, con una hoz dada por su madre, Gaia, consigue liberarse y derrotar a su padre, Urano, y se hace con el control del universo. Corrompido por el poder Cronos se convierte en un tirano como su padre, pues encierra a los cíclopes y a los gigantes. Se casa con su hermana Rea. Con miedo de que le pasase lo mismo que a su padre empieza a comerse a todos sus hijos, hasta que Rea pare a Zeus (el más pequeño de todos). Esta envuelve con sábanas una piedra  para Cronos y deja a Zeus en Creta. Cuando Zeus creció hizo vomitar a Cronos para salvar a sus hermanos. Ahora, Zeus con la ayuda de los gigantes y los cíclopes derrota a Cronos y al resto de los titanes, excepto Atlas, el cual fue encargado de sostener el cielo sobre su espalda.  Ahora Zeus, Júpiter para los romanos, y sus hermanos, son los que reinan el universo.

El rojo de la sangre que surge del cuerpo mutilado y la furia en los ojos desorbitados por la locura de Saturno, contrastan con los tonos sombríos y negro. Goya otorga protagonismo a las manchas de color y a la distorsión feroz de las formas, frente a la pobre delineación del dibujo. La obra es de carácter expresionista, y busca asombrar al espectador.
Saturno devorando a un hijo reúne lo grotesco, y sirve como reflejo de un Goya visionario, sutil y descarnado. Se muestra lo feo, lo terrible. Pues ya no es la belleza el objeto del arte, sino el pathos, dolor. Es una forma de mostrar todos los aspectos de la vida humana, sin descartar los más desagradables. La gama de colores empleada se reduce a ocres, blancos, dorados, grises y negros, es decir, colores cálidos en su mayoría.
Los dedos de Saturno se incrustan en la espalda del hijo, hay un claro contraste entre el cuerpo inerte del hijo y el cuerpo en tensión del padre, también hay contraste entre los colores de las espalda del hijo, los cuales pasan de un ocre claro a un rojo intenso. Las pinceladas son discontinuas unas enérgicas, otras saturadas y otras tienen grumos. Saturno emerge de una profundidad muy oscura y su cuerpo es deforme y esquelético.
La luz es una característica muy importante ya que enfoca directamente a la cara de Saturno y al cuerpo de su hijo. Es una luz ciega que deja oscurecido el fondo dando así una sensación de tenebrismo. La composición gira entorno a un único plano en el que se sitúa Saturno devorando a la víctima. La sensación de profundidad viene marcada por el oscuro del fondo. Apreciamos un movimiento violento tanto en la postura que adopta Saturno, como en su boca. Su rostro refleja una expresión de drama y tenebrismo. No es una obra muy realista ya que es una situación inventada por Goya.

Además del significado mitológico de la obra, la simbología de la misma va más allá. Hay diversas formas de entender la pintura de Goya. Por una parte, Saturno, podría simbolizar a una antigua generación destruyendo, devorando, a la nueva generación, el hijo. Por ejemplo, se puede relacionar con los acontecimientos de la historia de la España que vivió Goya. Puesto que la tiranía del Gobierno y las terribles guerras no dejaban prosperar a la nueva generación. Como él mismo, pues tuvo que exiliarse. Otra forma de interpretación sería, el Rey devorando a sus hijos, o incluso, Cronos/Saturno (dios del tiempo, no confundir con Chronos) representando el paso del tiempo, que todo lo consume.
Goya se adelanta a su tiempo, anticipando algunas de las corrientes vanguardistas del arte del siglo XX. Pues sus pinturas se enlazarían con el expresionismo.
A lo largo del tiempo han tenido lugar distintas obras referentes al tema tratado por Goya en este cuadro, como pueden ser: Daniele Crespi, Saturno devorando a su hijo, 1619. Rubens, Saturno, 1635, Museo del Prado. Giulia Lama, Saturno devorando a su hijo, 1735. Goya, Saturno devorando a uno de sus hijos, 1819-23, Museo del Prado.
Aun con esta variedad de obras similares en cuanto a temática, ninguna es tan oscura y desgarradora como la de Goya. La paleta de colores utilizada, las grandes pinceladas y la representación de los personajes, hacen de esta obra una inconfundible y destacable allá dónde vaya.

“La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos. ”
― Francisco de Goya


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